¿Se puede tomar el sol con un tatuaje recién hecho?

¿Se puede tomar el sol con un tatuaje recién hecho?

Tatuando en Fuengirola, Costa del Sol, es inevitable tener entre nuestra clientela a más de una lagarta y un lagarto que está frito por tumbarse al sol. Para ellos, es tan importante tostarse en la playa o la piscina para lucir moreno como lucir un bonito tatuaje. ¿Es posible conseguirlo? Con un tatuaje recién hecho, su frase estrella es «¿Cuándo podré tomar el sol?» Te explico por qué los Estudios de Tatuaje están petados de gente antes de que llegue el verano…

La eliminación de tatuajes con láser es básicamente una versión «hardcore» de lo que hace el sol sobre nuestros tattoos con el paso del tiempo.

Si es importante no exponer la piel antes del tatuaje al sol, lo es más no exponerlo directamente al sol recién hecho o cuando está en proceso de curación. Sobre todo, hay que prestar especial atención a aquellos tatuajes en zonas como la espalda, los hombros y el escote. Ahí el sol se va a cebar con ellos… Incluso después de este proceso, la piel necesitará al menos 1 mes para regenerarse e hidratarse para estar en plenas condiciones. De lo contrario, el sol puede alterar la pigmentación de la piel en las zonas recientemente cicatrizadas y dejar marcas. Uno de los efectos no deseados es que aparezca una mancha oscura sobre la cicatriz (Potencial de Hiperpigmentación) que terminará por aclararse, pero que dejará un efecto antiestético por mucho tiempo.

Ten en cuenta que un tatuaje recién hecho es una herida abierta. Este tipo de piel, en proceso de cicatrización, es muy sensible al sol. Podrías sufrir una quemadura o una reacción a los rayos UV con más facilidad. Pudiendo hacer que la piel se «pele», aparezcan ampollas y se agriete… ¡Mala curación! Lo inteligente es cubrir el tattoo.

Si lo tuyo no es la paciencia, deberás esperar un mes al menos para tomar el sol con protección solar. Nuestra recomendación es NO tomar el sol durante 2 meses desde la sesión del tatuaje. A partir de entonces, hay que tomarlo con cremas de alto factor de protección solar. Recuerda usar la crema protectora media hora antes de la exposición al sol. Renueva la capa protectora sobre la piel y especialmente sobre el tatuaje cada 2 horas. Después de tu baño de sol, una ducha e hidratar el tatuaje es ideal.

Tras la curación, tomar el sol oscurecerá la piel pero los tatuajes tenderán a «aclararse» por la oxidación de los componentes con los que están hechas las tintas. Los rayos UV del sol hacen que la tinta de tu tattoo se desvanezca, rompen las partículas de pigmento y se eliminan por el torrente sanguíneo. De hecho, la eliminación de tatuajes con láser es básicamente una versión «hardcore» de esto. Broncear un tatuaje antiguo no es una buena idea.

 Nuestra recomendación es no tomar el sol durante 2 meses desde la sesión del tatuaje y a partir de entonces tomarlo con cremas de alto factor de protección solar.

Una piel protegida del sol, cuidada e hidratada harán que tu tatuaje no pique tanto durante la curación y después mantenga mejor su definición y brillo en el futuro. Evitarás tener que repasarlos antes de tiempo. Tenemos un interesante artículo sobre tatuarse en verano, échale un vistazo AQUÍ.

En Rolling Tattoo tenemos productos y cremas protectoras ideadas especialmente para tus tatuajes.

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